En el último episodio del podcast Vergecast, la discusión gira en torno a una tendencia que comienza a generar tanto entusiasmo como preocupación: los wearables (o dispositivos inalámbricos) de inteligencia artificial que graban constantemente.
Estos gadgets, como el Bee o el NotePin, prometen ayudarte a no olvidar nada. Desde tareas pendientes hasta conversaciones informales, todo queda registrado con el objetivo de optimizar tu memoria y tu productividad.
La periodista Victoria Song, colaboradora de The Verge, relata su experiencia con uno de estos dispositivos. Si bien destaca su utilidad en entornos laborales o al tomar notas mentales sobre la marcha, también señala que llevar encima un micrófono encendido todo el tiempo puede volverse una experiencia invasiva y desconcertante.
La promesa de una memoria externa e infalible está cambiando nuestra relación con el entorno. Lo que parecía ciencia ficción (un asistente invisible que nos ayuda a recordar lo que dijimos o escuchamos) es hoy una realidad accesible. Sin embargo, este avance también despierta preocupaciones éticas y sociales.
¿Qué opinan nuestras parejas, amigos o compañeros de trabajo al saber que cada palabra podría estar siendo grabada? ¿Dónde queda el consentimiento? Aunque las marcas aseguran que las grabaciones son privadas y que se puede controlar qué guardar y qué no, el simple hecho de saber que uno podría estar siendo registrado genera desconfianza y tensión en las interacciones cotidianas.
Más allá del uso personal, estos wearables abren un debate sobre la delgada línea entre lo útil y lo intrusivo. En un momento en que las leyes de privacidad aún no alcanzan a cubrir todos los escenarios que la tecnología plantea, la responsabilidad recae en el usuario. Grabar sin informar puede no solo ser incómodo, sino también ilegal en muchos contextos.
También te puede interesar:Hemos probado ChatGPT Canvas y por esto creemos que es la herramienta más importante del añoY, más profundamente, nos enfrenta a una pregunta cultural: ¿es sano recordarlo todo? El olvido tiene una función emocional y social. Confiar en una IA que todo lo retiene puede terminar alterando cómo vivimos, conversamos y nos vinculamos.
Acá te compartimos el episodio completo:
Me dedico al SEO y la monetización con proyectos propios desde 2019. Un friki de las nuevas tecnologías desde que tengo uso de razón.
Estoy loco por la Inteligencia Artificial y la automatización.