Mark Brown, reconocido creador del canal Game Maker’s Toolkit y voz destacada en el análisis de diseño de videojuegos, ha denunciado públicamente el uso no autorizado de su voz clonada mediante inteligencia artificial en un canal ajeno.
El incidente, revelado en un reportaje de WIRED, pone en evidencia la vulnerabilidad de los creadores frente al uso indebido de tecnologías emergentes como los deepfakes de voz.
El canal en cuestión, llamado Game Offline Lore (ya inactivo), publicó un video sobre Doom: The Dark Ages con una narración que, aunque no acredita a Brown, suena como él. El problema, según afirma el propio youtuber, es que nunca grabó ese contenido ni autorizó su uso. “Es como un plagio, pero más personal. No es solo mi trabajo, es una parte de mí”, expresó Brown con evidente molestia.
Brown lleva más de una década desarrollando contenido educativo sobre videojuegos y su canal supera el millón y medio de suscriptores. Cada uno de sus videos implica más de 100 horas de trabajo entre investigación, guion, captura de juego y edición. Por eso, la idea de que alguien pueda generar una copia convincente de su voz con una IA y monetizarla resulta no solo injusta, sino profundamente invasiva.
El video en cuestión, alojado en un canal con apenas 7,470 suscriptores, ya suma más de 60,000 visualizaciones, superando incluso muchos de sus propios contenidos anteriores. Además, Brown ha detectado otro video en el mismo canal en el que también se utiliza una versión generada por IA de su voz. “Saber que esto es técnicamente posible no se compara con la experiencia real de escuchar a otra persona hablar con tu voz”, dijo.
Según explicó Jack Malon, portavoz de YouTube, la plataforma ha actualizado sus políticas para permitir la eliminación de contenido sintético que simule la voz o rostro de una persona sin su consentimiento. Sin embargo, tras la denuncia de Brown, han pasado más de 48 horas sin que YouTube haya retirado los videos, a pesar de que este es el plazo habitual que ofrece la plataforma antes de intervenir directamente.
También te puede interesar:YouTube anuncia herramientas de detección de IA para música y rostrosPeor aún, el creador de Game Offline Lore ha eliminado comentarios que alertaban sobre el uso indebido de la voz, lo que sugiere una intención deliberada de ocultar el hecho. WIRED intentó contactar al propietario del canal, sin éxito.
Este caso plantea interrogantes serios sobre la protección de la identidad digital de los creadores, en un contexto donde las herramientas de clonación de voz —algunas disponibles de forma gratuita— son cada vez más precisas y accesibles.
La clonación de voces por IA ya no es una curiosidad técnica, sino una herramienta que puede ser utilizada con fines ilícitos. A diferencia del plagio tradicional, que se limita a copiar contenido, la suplantación mediante inteligencia artificial se introduce en el terreno más íntimo de la identidad: la voz.
Brown ha señalado que está acostumbrado a que su trabajo sea compartido sin permiso, pero nunca había enfrentado algo tan personal: “No creo que nadie que haga esto sea empático. Lucran no solo con mi contenido, sino con mi persona”.
Este no es un caso aislado. En el último año, han surgido múltiples denuncias similares. Desde actores de doblaje hasta periodistas y streamers, muchos han visto cómo versiones de sus voces, generadas con IA, han sido utilizadas sin autorización en anuncios, contenidos virales e incluso estafas.
La historia de Brown no solo es una advertencia sobre los límites éticos de la tecnología, sino también un llamado a plataformas como YouTube para reforzar sus políticas de protección frente a los usos abusivos de la inteligencia artificial. Mientras tanto, creadores de todo el mundo se preguntan: ¿quién protege nuestra voz en la era digital?
También te puede interesar:Google Muestra Anuncios en Modo IA: ¿Confían los Usuarios en Este Cambio?Me dedico al SEO y la monetización con proyectos propios desde 2019. Un friki de las nuevas tecnologías desde que tengo uso de razón.
Estoy loco por la Inteligencia Artificial y la automatización.